Richard Avedon (New York, 1923) es, sin duda, uno de los fotógrafos de moda más influyentes de la historia. Podemos decir que su contribución al reconocimiento del concepto de “top model” cambió la manera en que se entendía el mundo de la moda y la fotografía publicitaria. Junto con figuras como Irving Penn y Helmut Newton, Avedon es considerado uno de los tres grandes pilares de la fotografía de moda. Una de las series más impactantes de Richard Avedon es The Family, encargada por Rolling Stone en 1976. En ella, retrata a figuras clave de la política y los negocios de Estados Unidos, como Gerald Ford, Ronald Reagan y Cesar Chavez, utilizando fondos blancos que eliminan el contexto y muestran a los sujetos de manera más vulnerable.
Junto con figuras como Irving Penn y Helmut Newton, Avedon es considerado uno de los tres grandes pilares de la fotografía de moda.
Sin embargo, en una etapa más madura de su vida, ya con más de 50 años y una carrera ampliamente consolidada, Avedon decidió emprender un proyecto radicalmente distinto a todo lo que había realizado hasta entonces. Dejó atrás las sesiones con celebridades, actores, músicos y personalidades de la élite, y centró su mirada en la clase trabajadora y las personas comunes que habitaban gran parte del oeste de Estados Unidos, durante los años 70. La motivación de Richard Avedon para emprender el proyecto In the American West estuvo influenciada por una experiencia personal significativa: la muerte de su padre y la enfermedad de su madre. Estas experiencias lo llevaron a confrontar cuestiones más profundas sobre la vida, la muerte, el sufrimiento y la identidad. En particular, la enfermedad de su madre, que sufría de un trastorno mental, dejó una marca en Avedon y afectó profundamente su enfoque hacia la fotografía. Después de la muerte de su madre en 1973, Avedon se sintió impulsado a comenzar este proyecto como una forma de explorar el sufrimiento humano, la vulnerabilidad y la fortaleza que él observaba en los rostros de las personas que fotografiaba. La idea de capturar no solo la belleza externa, sino también las marcas de la vida y las luchas internas de sus sujetos, se convirtió en un aspecto central de In the American West. La obra también refleja su deseo de escapar del mundo de la moda, en el que se había establecido como uno de los fotógrafos más famosos, y regresar a un enfoque más auténtico y profundo sobre la humanidad. En ese sentido, Avedon buscó documentar la vida en el Oeste con un enfoque de retrato psicológico, mostrando la realidad sin adornos, a menudo en un estilo austero y crudo, lo que contrastaba con su trabajo en el mundo de la moda.
La motivación de Richard Avedon para emprender el proyecto In the American West estuvo influenciada por una experiencia personal significativa: la muerte de su padre y la enfermedad de su madre
Este proyecto, titulado “In the American West”, marcó un cambio profundo en su obra y es considerado uno de los trabajos más importantes en la historia de la fotografía documental. Se trató de una iniciativa ambiciosa que Avedon financió de su propio bolsillo y para la cual contó con la ayuda de dos asistentes, quienes le asistían principalmente en la preparación y cambio de las placas fotográficas, agilizando así el proceso de cada sesión. El proyecto se desarrolló a lo largo de seis años, entre 1979 y 1984, y fue presentado por primera vez en 1985 en el Amon Carter Museum de Fort Worth, Texas. Durante esos años, Avedon recorrió 17 estados del oeste estadounidense, tomando un total de 17.000 fotografías a 752 personas. De ese vasto archivo, seleccionó cuidadosamente 123 retratos finales, que muestran a mineros, campesinos, vagabundos, amas de casa, niños y otros personajes de la vida cotidiana del oeste americano.
El legado de In the American West trasciende lo meramente fotográfico. Con esta serie, Avedon no solo rompió con los estereotipos de glamour que había cultivado en su carrera anterior, sino que también ofreció un retrato humano, honesto y crudo de una parte del país que pocas veces había sido representada en el arte con tanta dignidad y profundidad.
El trabajo In the American West de Richard Avedon tiene algo muy particular. Si analizamos los cuatro grandes géneros de la fotografía —el retrato, el paisaje, el bodegón y el reportaje—, observamos que en el paisaje el objeto de estudio es el contexto, en el bodegón son los objetos o la naturaleza muerta, y tanto en el retrato como en el reportaje el enfoque está en las personas. Sin embargo, la diferencia radica en que en el retrato la escena está preparada, mientras que en el reportaje la escena no lo está. Lo interesante de In the American West es que parece ser el proyecto que mejor combina ambos géneros, el retrato y el reportaje. Aunque es un reportaje, porque las personas fotografiadas no son modelos, sino individuos encontrados a lo largo de diferentes estados del oeste de Estados Unidos, tiene, por otro lado, muchos elementos propios del retrato. El uso de un fondo blanco de estudio, junto con la meticulosa dirección de las poses de los sujetos, hace que esta obra camine entre dos mundos, entre dos géneros, lo que la convierte en un proyecto particularmente interesante.
¿Qué referentes pudo tener Richard Avedon?
August Sander, Robert Frank e Irving Penn son referentes fundamentales en la historia del retrato fotográfico y comparten vínculos clave con el proyecto “In the American West” de Richard Avedon.
August Sander (Alemania, 1876-1964) es conocido por su serie “Gente del siglo XX”, donde retrató a personas de distintas clases sociales y ocupaciones en un intento de crear una tipología visual de la sociedad alemana. Su enfoque directo y objetivo, centrado en la identidad y la dignidad de los retratados, influyó en Avedon, especialmente en su interés por capturar la esencia de las personas comunes como representantes de una época.
Robert Frank (Suiza-EE.UU., 1924-2019), en su icónico libro “The Americans”, realizó una crítica visual del sueño americano, retratando la soledad, desigualdad y marginación en la sociedad estadounidense de los años 50. Al igual que Avedon, Frank buscaba desmitificar la cultura americana, enfocándose en los olvidados y los marginados, aunque su estilo documental y poético difiere del controlado entorno de estudio de Avedon.
Irving Penn (EE.UU., 1917-2009) exploró la tipología social en su serie “Small Trades”, donde retrató a trabajadores de diversos oficios frente a un fondo neutro. Su interés por la dignidad del individuo y la estética minimalista conecta directamente con la obra de Avedon, aunque Penn mantuvo un estilo más elegante y estilizado, mientras que Avedon apostó por una visión más cruda y emocional.
En conjunto, estos tres fotógrafos influyeron en Avedon al ofrecer un retrato honesto de la condición humana y una visión crítica de las estructuras sociales, desafiando los ideales del siglo XX a través del retrato.
¿Qué técnicas usó Avedon?
Desde un punto de vista técnico, Richard Avedon toma decisiones clave que definen el estilo visual y el lenguaje fotográfico de su proyecto In the American West. Una de las elecciones más significativas es el uso de una cámara de gran formato Deardorff de 8x10 pulgadas, un equipo voluminoso y exigente que emplea placas fotográficas grandes. Este tipo de cámara permite capturar imágenes con extraordinario nivel de detalle, una nitidez excepcional y una gama tonal exquisita, lo que posibilita la impresión de copias a gran escala sin perder calidad.
En cuanto al objetivo, Avedon emplea una distancia focal de 300 mm, que en una cámara de gran formato equivale aproximadamente a un 50 mm o 85 mm en una cámara full frame actual. Este tipo de lente ofrece una perspectiva muy natural y equilibrada, similar a cómo el ojo humano percibe las proporciones del rostro y el cuerpo, lo que refuerza la autenticidad de los retratos.
Además, Avedon opta por trabajar en blanco y negro, una decisión que enfatiza su interés por las texturas, las facciones del rostro y las marcas de expresión. Al eliminar el color, dirige toda la atención hacia los detalles del carácter de cada persona, como arrugas, cicatrices, la piel, y los gestos, elementos que aportan una gran carga emocional a sus fotografías. También pone un énfasis especial en la representación del cuerpo, la ropa y los accesorios, logrando retratos que destacan por su honestidad y profundidad emocional.
En términos de exposición, utiliza un diafragma cerrado de f/32, lo que le permite obtener una gran profundidad de campo y garantizar que cada detalle, desde el rostro hasta los elementos secundarios del encuadre, esté completamente enfocado. Esta decisión técnica refuerza la sensación de nitidez extrema, característica de su obra.
Por último, emplea velocidades de obturación rápidas, lo que le permite congelar el movimiento y capturar a sus sujetos en un instante preciso, sin desenfoques ni distracciones. Esto le otorga a sus retratos una sensación de quietud y permanencia, casi escultórica, en la que cada detalle contribuye a contar la historia del personaje fotografiado.
En conjunto, estas decisiones técnicas no solo dotan a las imágenes de Avedon de una belleza formal imponente, sino que también ayudan a construir un discurso visual que pone en primer plano la humanidad, la emocionalidad y el lenguaje corporal de los retratados.
¿Qué importancia tiene la luz en “In the American West”?
En cuanto a la iluminación, Richard Avedon toma una serie de decisiones que resultan esenciales para definir el carácter visual de su proyecto In the American West. Uno de los elementos más distintivos es el uso de un fondo blanco de estudio, que colocaba detrás de los personajes en cualquier lugar donde estuviera trabajando. Avedon no requería un estudio fotográfico tradicional: aprovechaba espacios exteriores y adaptaba el fondo blanco a paredes de diversas estructuras arquitectónicas. Una constante en su técnica era asegurarse de que el fondo estuviera colocado en zonas de sombra, evitando la luz solar directa. Esto le permitía controlar la iluminación de forma más uniforme y eliminar contrastes excesivos. En algunos casos, utilizaba reflectores para rellenar las sombras, suavizar la luz y conseguir una iluminación más homogénea. Esta estrategia generaba un equilibrio que, en sus retratos, se traduce en una luz que, aunque a veces puede parecer suave y en otras más dura, siempre mantiene un carácter uniforme y limpio.
La iluminación en este proyecto no busca ser espectacular o elaborada. No se trata de un estudio de luz artística ni dramática, sino de una luz que podríamos describir como casi científica, orientada a resaltar los detalles de los personajes de manera clara y objetiva. Avedon no busca crear atmósferas teatrales ni juegos de luces y sombras complejas; su enfoque es más analítico, como si sus retratos fueran objetos de estudio, colocados en una especie de caja de luz improvisada.
Por lo general, la luz parece venir de manera frontal, sin sombras marcadas ni fuentes laterales dramáticas. Esto se debe, en gran parte, a que Avedon trabajaba en espacios abiertos y evitaba la luz directa del sol. El fondo blanco, combinado con el uso de reflectores, ayudaba a difundir la luz de forma uniforme. El resultado es una sensación de que la luz proviene de todas partes, creando una atmósfera en la que cada parte del rostro, la ropa y los accesorios del sujeto está iluminada de manera constante y pareja. Este enfoque refuerza la idea de que lo central en el retrato es el personaje, sin distracciones causadas por una iluminación dramática o efectista.
La luz homogénea permite que cada detalle facial, cada arruga y cada gesto sean observados con claridad, ayudando a resaltar la dignidad y humanidad de los retratados, que es el verdadero propósito del proyecto.
¿Cómo son las composiciones del proyecto “In the American West”?
Desde el punto de vista compositivo, Richard Avedon toma decisiones clave que le permiten construir un estilo visual característico en su proyecto In the American West. La más evidente es el uso de un fondo blanco que elimina cualquier referencia al entorno real donde se realizó la toma, logrando así descontextualizar por completo a los sujetos retratados. Al aislar a los personajes del fondo, Avedon consigue que toda la atención se centre en ellos, convirtiéndolos en protagonistas absolutos de la imagen.
Otro detalle llamativo es la presencia constante de las líneas negras de los bordes de la película, lo que sugiere que Avedon no realizaba reencuadres ni recortes posteriores. Esto refuerza la idea de que la composición se pensaba y ejecutaba directamente durante la toma, sin modificaciones posteriores. Las decisiones compositivas de Avedon no siguen reglas estrictas; al contrario, hay una sensación de exploración y libertad en la disposición de los personajes sobre el fondo blanco. Una curiosidad es que el formato de las imágenes de 4x5, como el formato de mayor verticalidad en Instagram en la actualidad.
Avedon juega con la posición del sujeto dentro del encuadre: en algunas imágenes los personajes aparecen centrados, mientras que en otras están ligeramente descentrados. A veces, corta partes del cuerpo de forma intencional, como los brazos o las manos, lo que rompe con la idea de un encuadre rígido y genera una sensación más espontánea y dinámica. Aunque el fondo blanco podría parecer un recurso compositivo simple, Avedon lo aprovecha para experimentar con las variaciones en la colocación del sujeto, creando un interés visual que va más allá de la figura retratada.
La mayoría de los retratos son planos americanos, es decir, capturan a los sujetos desde la cabeza hasta la parte superior de las piernas. Sin embargo, también realiza planos medios, donde enfoca más en el rostro, las manos y otros detalles corporales. Esta decisión se debe al interés de Avedon por mostrar no solo los rostros de sus personajes, sino también su vestimenta, sus gestos y sus manos, elementos que aportan información sobre su identidad y contexto social.
Aunque la mayoría de las fotografías son de personas individuales, ocasionalmente incluye retratos de parejas o pequeños grupos, aunque estos son menos frecuentes. En cuanto a la posición de la cámara, Avedon la coloca ligeramente por encima del nivel de los ojos del retratado, lo que genera un ángulo ligeramente picado. Esto obliga a los personajes a mirar un poco hacia arriba, lo que da una sensación de vulnerabilidad o introspección en algunos casos, y de dignidad en otros.
En conjunto, la composición de Avedon crea imágenes que, a pesar de su aparente simplicidad, son profundamente intencionadas y calculadas. Las decisiones compositivas refuerzan la idea de que los retratos son un estudio del ser humano, alejados de cualquier referencia contextual o narrativa externa, concentrándose únicamente en la presencia, la expresión y el carácter de los sujetos fotografiados.
¿Qué quiere contarnos Richard Avedon y qué aportó al mundo artístico?
Desde un punto de vista narrativo, el proyecto In the American West de Richard Avedon ofrece múltiples aspectos interesantes para analizar. Uno de los elementos más destacados es su decisión de centrar el proyecto en los estratos sociales bajos, en personas que habitualmente pasan desapercibidas en la sociedad y que, en muchos casos, realizan trabajos físicos duros y poco reconocidos. Avedon pone su cámara al servicio de dignificar a estos individuos anónimos, alejándose del glamour y del mundo de los famosos que había retratado anteriormente.
Este proceso de dignificación recuerda a la labor de Velázquez en la pintura, especialmente en obras donde retrata a bufones, enanos de la corte o personajes cotidianos, como “Las meninas” o “Los borrachos”. Al igual que Velázquez, Avedon otorga protagonismo a lo cotidiano y a quienes suelen ocupar un lugar marginal en la sociedad, elevándolos a la categoría de sujetos dignos de ser retratados con el mismo cuidado y respeto que los grandes personajes históricos.
La elección de utilizar el mismo fondo blanco para retratar tanto a celebridades como a personas comunes es un acto simbólico poderoso. Avedon elimina cualquier jerarquía visual entre los personajes. Sin embargo, introduce un cambio fundamental en su enfoque: en lugar de llevar a los sujetos al estudio, como hacía con las figuras públicas, Avedon traslada el estudio a ellos. Este cambio es significativo porque invierte la lógica tradicional de la fotografía de estudio, reforzando la idea de que estas personas, a menudo olvidadas, merecen la misma atención y tratamiento que las grandes estrellas.
Cada retrato de Avedon en In the American West cuenta una historia, nos muestra una identidad única, una vida marcada por el trabajo, la lucha y, en muchos casos, la dureza de la existencia. Avedon no busca romantizar ni idealizar a estos individuos, sino mostrar su realidad con honestidad y respeto. En este sentido, su obra no es solo un documento visual, sino también un acto de reivindicación y de justicia visual.
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